Academia de Danzas Marisol Garay - Concurso Internacional de Danza - Centro Paraguayo - Japonés - Asunción (12-13 de Septiembre 2015)

Academia de Danzas Marisol Garay Concurso Internacional de Danza - Centro Paraguayo - Japonés Asunción (12-13 de Septiembre 2015)

Nos llamaron días previos al encuentro solicitando nuestros servicios.

Y el sábado 12, en horas de la madrugada, salimos hacia la ciudad de Asunción.

El grupo era muy nutrido: 63 pasajeros componían la delegación.

Motivo: participar del Concurso Internacional de Danza en el Centro Paraguayo - Japonés de la Ciudad de Asunción.

Habíamos conseguido que el hotel donde nos alojaríamos nos recibiría desde el sábado mismo a las 07:00 para que los bailarines pudieran desayunar, ocupar las habitaciones y prepararse con total comodidad para luego ir a competir.

Luego de recuperar las fuerzas, salimos hacia el lugar del evento.

Los bailarines terminaron de prepararse con sus últimos detalles, y luego fue un largo día de competencia.

Durante la tarde, y en los ratos libres, la alternativa era ir a recorrer la ciudad y visitar alguno de los shoppings cercanos.

Para las 19:00 horas trasladamos al primer grupo de bailarines, las más chiquitas, al hotel para que ya puedan descansar para el día siguiente. Cuando nos pidieron el ómnibus, salimos a buscar al resto. De todos modos, aún faltaba para que terminen de bailar. Y los que estamos acostumbrados a estos ajetreos, sabemos que hasta las 02:00 o 03:00 de la mañana (y a veces más) tenemos que permanecer allí.

Pero todo bien valía la pena, porque la cara de los competidores luego de haber pasado por el escenario, indicaba que había valido la pena.

Una vez en el hotel, pudimos descansar hasta el día siguiente.

La mañana nos sorprendió en nuestro cuarto, que compartí con el padre de una bailarina y con un bailarín, con un conejo que saltaba de acá para allá. El conejo vivía en el balcón, y había ingresado en la habitación a través de un espacio que quedaba en la puerta que llevaba al balcón.

Llamamos a las nenas más chiquitas, y en seguida fue la sensación para todas, ya que el conejo era muy mansito y se dejaba tener a upa y pasar de mano en mano.

Un abundante desayuno nos preparaba para el inicio de otra jornada de danza.

Cuando estuvimos todos preparados, dejamos el hotel después de haber recibido una excelente atención.

La danza nos llevó otro día entero, pero la alegría al final de la jornada de recibir los premios, bien valía la pena.

Pronto les subiremos las fotos y vídeos.

¡¡¡Hasta entonces o hasta el siguiente viaje!!!